Cuando tienes pensado crear tu propio negocio, has de saber exactamente qué tipo de actividades principales vas a desarrollar. Todos estos datos descriptivos demuestran cuál es la razón de ser de tu empresa y, por eso, se encuentran listados en el objeto social.
A lo largo de este post te vamos a hablar de las características básicas del objeto social de una empresa, además de la forma en que se redacta y cuándo debes hacerlo. Necesitas conocer esta información para tener los estatutos en orden y definir los objetivos de tu negocio.
¿Qué es el objeto social de una empresa?
El objeto social de una empresa se refiere a la descripción de las actividades económicas y comerciales que tienen lugar durante el ejercicio de la actividad profesional. Es decir, entendemos por objeto social las operaciones que la empresa lleva a cabo para su cometido.
Todo este conjunto de actividades se deben describir claramente a lo largo del objeto social, ya que son las que justifican la razón de ser de la empresa, así como sus objetivos. En resumen, el objeto social contiene lo que hace una empresa, sus metas y sus responsabilidades.
De hecho, una empresa tendrá dificultades para cumplir sus objetivos económicos y sociales si no cuenta con unos estatutos que sirvan como guía para su funcionamiento y toma de decisiones. Por eso, el objeto social es útil y necesario para explicar la actividad profesional.
Ahora bien, cada tipo de empresa tiene un objeto social muy diferente. Por ejemplo, no es lo mismo el objeto social centrado en asesorar, gestionar y administrar inversiones de una empresa financiera que el de una empresa comprometida a la venta de software y hardware.
¿Cuándo y cómo se redacta el objeto social?
Puesto que ya sabes que el objeto social es la descripción de las actividades económicas y comerciales de la empresa, este se tiene que redactar como parte de los estatutos sociales al momento de constituir una sociedad. O sea, no puedes redactar el objeto social más tarde.
Esto es porque en el documento del objeto social se especifican las actividades económicas y comerciales que la sociedad va a realizar. Es una manera, por tanto, de definir la sociedad (infórmate sobre también los tipos de empresa según su forma jurídica), los objetivos y las causas que la han llevado a existir en el marco del ejercicio profesional.
De ahí que el objeto social sea un documento que se debe elaborar con la máxima transparencia, claridad y precisión, intentado evadir en la medida de lo posible los términos ambiguos. Si no, se pueden originar interpretaciones que den lugar a malos entendidos.
En resumen, el objeto social de una empresa debe definirse de la siguiente manera:
- Con una descripción claramente definida y coherente con la visión de la empresa
- Con la información detallada de la misión y los valores de la empresa, demostrando la razón de ser de sus actividades y el enfoque hacia el que dirigir sus esfuerzos
- Con especificaciones claras que delimitan el alcance de sus actividades económicas y comerciales, su responsabilidad ante terceros y sus límites de actuación
También se aconseja ampliar el objeto social tanto como sea necesario para dejar claras todas las actividades que la empresa desarrolla. En algunos países, como en España, el objeto social debe estar clasificado según la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE).
¿Se puede modificar el objeto social de una empresa?
Sí, es posible cambiar el objeto social de una empresa a través de un procedimiento legal que permite modificar los estatutos de la empresa. Eso sí, los accionistas o socios tienen que aprobar la modificación en una junta general extraordinaria e inscribirla en el registro mercantil.
Por otro lado, merece especial atención el tipo de modificación del objeto social que se quiere hacer. Decimos esto porque hay actividades profesionales que necesitan autorizaciones específicas y hay otras que no las necesitan, así que el asesoramiento de expertos es crucial.
¿Cómo saber el objeto social de una empresa?
Hay varias maneras de saber cuál es el objeto social de una empresa. La forma más usual de averiguarlo es revisando la información contenida en los estatutos o documentos constitutivos. Allí se dicen las actividades que la empresa tiene autorización para llevar a cabo.
Otra forma de averiguar cuál es el objeto social de una empresa es consultando el Registro Mercantil o la página web oficial de la empresa, donde se suelen detallar las actividades que puede desarrollar. También se puede contactar a la empresa para obtener esta información.
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